sábado, 4 de octubre de 2014

3.2. Conceptualización de la escritura

Para evaluar este aspecto, es necesaria la aplicación de un dictado de palabras y enunciados, que puede aplicarse de manera individual o de forma grupal, además de incluir en el ejercicio la escritura libre para evaluar los niveles de redacción, lo que se explicará más adelante.   
Este dictado conviene que los niños lo hagan en una hoja suelta en vez de su libreta, con el fin de llevar más cómodamente el seguimiento y de considerarse, un debido registro.   
Se sugiere también que todas o la mayoría de las palabras sean pertenecientes a un mismo campo semántico, y exista variedad entre el tamaño de las mismas, es decir, incluir tanto palabras largas como cortas; igualmente, conviene incluir palabras que incluyan sílabas mixtas (de tres o más letras) inversas (donde la vocal va antes de la consonante) y trabadas (tr, tl, br, bl, cr, cl, dr, dl, fr, fl) y no sólo palabras con sílabas sencillas. También es importante que al dictar un enunciado, éste incluya una de las palabras dictadas, de esta manera conoceremos si el niño aplica la noción de estabilidad de palabra, lo que nos ayudará a saber si el niño ya entiende la relación palabra-objeto o si todavía no construye este concepto, esto se explicará un poco más adelante.   
Al momento de calificar, el docente debe tomar en cuenta que existen dos tipos de errores a considerar:   

  1. Polivalentes: Es decir, existen sustituciones de letras por otras de igual o similar sonido, como s-c-z, b-v, rr-r inicial, ñ-y-ll, ch-sh-ll-y, c-k, y la omisión o anexo de h. Estos errores carecen de importancia, pues aún al existir, nos damos cuenta que el niño ha encontrado la relación entre la grafía y el sonido correspondiente. Por ejemplo: payaso (pallazo, pachaso), oso (ozo, hoso), risa (rriza), casa (kaza), silla (cilla, ziya, sisha), etc.
  2. Grafofonéticos: Es decir, en cuanto a la relación existente entre el sonido y la grafía; se dan en este caso omisiones, adiciones, traslaciones (cambio en el orden) o sustituciones (cuando no existe similitud entre los sonidos) de letras. Estos errores son los que deben importar al docente, pues son los indicadores de la hipótesis de escritura que el niño tiene al momento de realizar el ejercisio.

A lo largo de este apartado se mostrarán algunos ejemplos de escrituras aplicadas a niños de primer grado, donde el dictado aplicado, en su mayoría perteneciente al campo semántico juguetes, fue:   
  • gaviota
  • conejo
  • tren
  • trompo
  • barco
  • pista
  • pelota
  • bicicleta
  • papalote
  • el niño perdió su pelota
Aunque aparecen otros ejemplos donde se aplicó un dictado diferente:   
  • tren
  • membrillo
  • sueña
  • Andrés
  • tractor
  • hueso
  • refrigerador
  • gigante
  • ayer
  • Andrés se subió al tren
  • comemos dulce de membrillo
El tipo de hipótesis (o nivel) que un niño puede manifestar ante el dictado de palabras y enunciados puede ser presilábica, silábica, silábico-alfabética o alfabética, que son los cuatro niveles básicos de la escritura, cada uno de los cuales presenta otros subniveles clasificados en categorías y subcategorías que se analizan a continuación.   

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